El fiscal Luis González Aguirre comenzó los alegatos en el juicio por el femicidio infantil de la pequeña de cuatro años, y en su relato, sostuvo que la niña se encontraba viva al momento de ser prendida fuego por su madre y el pastor, acusados por el terrible hecho.
“Posterior a los hechos, Jimena intenta borrar la violencia”, sostuvo. Y advirtió que la mujer “borró las evidencias”.
“El forense dijo que reconoció el cuerpo de una niña, con un 80 o 90 por ciento de carbonización, y pidió una autopsia, que la realizo el doctor Zalazar quien inició diciendo que le llamo la atención el olor a nafta que despedía el cuerpo en la bolsa mortuoria”, siguió.
“Lo más importante es cuando habló del signo de Montalti, que es restos de hollín en la vía respiratoria, con un pulmón en shock y lleno de sangre, sosteniendo de forma clara y concisa que Zoe estaba viva cuando fue prendida fuego por su madre y Bustamante”, , sostuvo en el recorrido de su relato.