San Martín de Tucumán y Racing empataron en un partidazo
Ante una verdadera multitud y con un recibimiento épico, el Santo salió con su camiseta blanca a enfrentrar a los cordobeses, quienes buscan su lugar en el Reducido. El partido comenzó con situaciones desaprovechadas de pelotas paradas. El ritmo no es dinámico y ambos equipos no se han enchufado en el partido todavía. Finalizado el primer tiempo, se fueron al descanso sin goles.
A los 8 minutos del segundo tiempo, Bruno Nasta puso el 1 a 0 para poner justicia en el marcador. Se durmió la defensa del Santo y el delantero le rompió el arco a Sand que nada pudo hacer.
San Martín entró en la dimensión desconocida después del gol de Nasta: Pablo Hernández perdió todo lo que tocó, hubo un cabezazo de Klusener, pero nada más. Y el Racing cordobés dispuso de dos situaciones clarísimas de gol para sentenciar el pleito.
Alertado del desarme táctico, El Traductor Flores empezó a mover las fichas y desde las tribunas también empezó a bajar el aliento para no perder la racha victoriosa que llevaron al Santo a clasificarse a la final con tres fechas de anticipación.
Sobre la hora, en el arco de los milagros de la Bolívar, Fedele capturó un remate de zurda de Diarte. El Santo con más amor propio que otra cosa llegó al empate. El Santo demostró que aun sin jugar bien es imbatible. Sobre el final, Junior Arias lo dio vuelta para el 2 a 1 para tres puntos impensados de acuerdo a lo hecho. En la última jugada, el visitante a través de Gianfranco Ferrero se llevó el 2 a 2 que le puso justicia al marcador.