Padre Roberto López, de San Juan al sur de la Provincia
“En mi familia somos 12 hermanos, mis padre fallecieron hace 30 años, ellos nos transmitieron la fe y estoy muy agradecido a Dios por esta experiencia familiar. Mi vocación nació ahí, en medio de esa realidad. En el año 1986 entré al seminario y en diciembre de 1994 fui ordenado sacerdote”, indicó.
“He andado por varias parroquias de mi diócesis también como misionero dos veces en Cuba, en Haití, República Dominicana y Perú. Estuve 2 años en Colombia estudiando Teología Pastoral. Desde hace tiempo tengo la decisión de la misión Ad Gentes, estar allí donde la Iglesia me necesite. Es mi vocación, siento que el Señor me está llamando permanentemente allí donde la Iglesia me requiere”, agregó.
“Desde hace tres años estoy en la parroquia de mi pueblo. Aquí el 24 de junio el obispo Jorge Lozano me llamó a la mañana muy temprano pidiéndome el servicio misionero de ir a La Rioja. Fue un momento muy especial, me sorprendió, no esperaba ese llamado, inmediatamente dije que sí”, informó.
“De La Rioja no conozco mucho, por referencia algunos sacerdotes, he compartido con otros algún momento y lo que viví con cercanía fue la beatificación de los mártires y lo que he ido escuchando en este último tiempo”, se sinceró.
“De Chepes tengo algún conocimiento, he pasado varias veces por allí cuando he viajado al Norte o a Córdoba. Fui dos veces para conocer. Quiero dejarme sorprender por Dios y eso es lo bonito de la Misión Ad Gentes, dejarse sorprender por lo nuevo, lo que el Espíritu te pide y va mostrando. Ya hemos conversado algo con Monseñor Dante, me ha compartido la realidad pastoral de la comunidad y mi disposición es ir, ver, escuchar, acompañar y aprender de la comunidad. Cada lugar tiene su riqueza, su historia. Yo como sacerdote voy a eso, a aprender, a enriquecerme de la fe de una comunidad”, aportó.
Camino Sinodal
“La iglesia sinodal es algo que lo venimos trabajando en la diócesis de San Juan, el obispo ha convocado a un sínodo diocesano. También lo hemos trabajado cuando estaba en Cuba en el 2021 en el momento en que el Papa convocó al Sínodo de la Sinodalidad. Me siento muy identificado con esto que la Iglesia está viviendo. Tenemos que trabajar profundamente la sinodalidad dentro de la Iglesia. Yo tengo muchas esperanzas y alegría por este tiempo nuevo del Espíritu que nos llama a renovarnos frente a una realidad que está reclamando tiempos nuevos a la Iglesia”, aseveró.
“Me encomiendo a las oraciones de todos. También estoy rezando desde que Monseñor Lozano me encomendó esta misión. He puesto en oración a cada persona, a cada lugar, el camino que vamos a ir compartiendo, el camino que vamos a hacer en esa parroquia. Agradecerles también la apertura de ustedes esto de invitarme a compartir mi vida, mi historia, es un gesto muy bonito, muy fraterno. Espero pronto conocerlos personalmente y estar compartiendo la fe con ustedes”, concluyó.