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Las teorías económicas, las ideas en que se fundamentan y las propuestas

La crisis por la pandemia y la llegada de un libertario al gobierno nacional ampliaron el interés por conocer cómo funciona la economía de un país. El debate se instaló en calles, en redes sociales y medios de comunicación. Todos opinan como eruditos, pero ¿conocen las teorías económicas de las que hablan? En esta entrevista, Ricardo Guerra, explica qué sostiene cada una y cuáles son sus propuestas.

Guerra es contador, con una maestría en Relaciones Internacionales, dirigente político del justicialismo y ex funcionario del ministerio de Hacienda de la provincia. El año pasado culminó su mandato como senador nacional con destacada participación en la comisión de Presupuesto del Congreso de la Nación.

En diálogo con Medios El Independiente hizo una extensa reseña sobre las escuelas de pensamiento más reconocidas y que han regido, o pretendido regir, en distintos países en diferentes períodos de la historia, la economía. Mencionó siete: economía clásica, neoclásica; marxismo; austriaca; keynesianismo; chicago y neoliberalismo.

La clásica o liberalismo económico, “se fundamenta en el libre mercado como forma natural de funcionamiento de la economía para generar progreso y prosperidad. Se opone a la intervención del Estado en el mercado a través de controles de precios, cuotas, regulaciones o cualquier otro mecanismo que interfiera su funcionamiento”.

Surgió en 1.776 cuando Adam Smith publica su obra “Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”. “Su apogeo se dio en una época donde el capitalismo era el sistema económico dominante y la revolución industrial generaba profundos cambios sociales”.

Postula que el libre mercado asigna los recursos como si existiera una “mano invisible” que lo realiza por lo que el Estado no debe intervenir porque “generará ineficiencia y entorpecimiento; precios y salarios se ajustan naturalmente al alza o a la baja hasta encontrar su equilibrio” explicó Guerra.

Economía neoclásica

“Se basa en la idea de que el valor de los bienes es en función de la utilidad o satisfacción que le asignan los consumidores. Surgió en la década de 1.870 y propició una mayor rigurosidad de la teoría económica basada en modelos matemáticos y alejada de determinantes históricos. Se diferencia de la escuela clásica en la forma que explica los precios y el valor relativo de los bienes”, sostiene el ex senador Guerra.

Mientras que para los clásicos el valor de los bienes se explica por sus costos, o sea del lado de la oferta, para los neoclásicos el valor de los bienes se explica por la utilidad marginal, es decir, el valor que se asigna a la última unidad consumida, lado de la demanda.

“Apoya el libre comercio como motor del desarrollo económico y como forma de aprovechar las ventajas comparativas y le preocupa la óptima asignación y distribución de recursos en una sociedad” agregó.

Marxismo

Se conoció en 1.867 en base a teorías de Karl Marx cuyo principal fundamento “es que el capitalismo es un sistema económico cuya estructura es errónea por lo que deberá ser reemplazado por otra que derogue el sistema de propiedad burguesa y el libre mercado de bienes y servicios”. Acusa al capitalismo de explotar a los trabajadores y provocar desigualdad hacia los más débiles”.

Sostiene que “el Estado puede controlar todos los aspectos del socialismo, desde la producción hasta la distribución, el capitalismo es controlado por el libre mercado donde las decisiones son tomadas por cada productor y cada consumidor. El marxismo afirma que solo una economía planificada puede crear los mejores métodos de producción y distribución” y que el “comunismo, como supuesto resultado final de este proceso, provocará mayor libertad que otros sistemas económicos y que la distribución de la riqueza solucionará numerosos problemas”.

Escuela austríaca

Se originó en Viena (Austria) en 1.871 con la publicación de la obra de Carl Menger “Principios de Economía”. Es la misma teoría económica a la que adhiere el presidente Milei.

Guerra explicó que es una postura “heterodoxa basada en el individualismo metodológico y en el subjetivismo, recomendando el anti-intervencionismo y promoviendo el liberalismo”.

Al defender políticas económicas liberales no intervencionistas infiere que el mercado produce y distribuye mejor los recursos que el Estado.

Entre los principales postulados sostiene que “el valor de un bien depende de la utilidad que le asigna cada agente por lo que dicha utilidad es subjetiva y depende de la intensidad de las necesidades que desee satisfacer. Esta teoría del valor subjetivo se enfrenta con la teoría del valor objetivo que plantean el sistema marxista y economistas clásicos”.

Keynesianismo

Constituye una de las teorías económicas más conocidas y considera al intervencionismo como la mejor manera de salir de una crisis. Su nombre es por el economista británico John Maynard Keynes quien estudió los ciclos económicos en 1.936.

Es la teoría a la que adhiere el peronismo que se identifica con Cristina Fernández que defiende precisamente las propuestas de esta escuela.

Guerra la describe como la escuela que “provocó el freno de los pensamientos clásicos basados en el liberalismo y el laissez faire y propuso una solución al problema de los ciclos económicos”.

Keynes “pensaba que la principal causa de las crisis era la caída de la demanda derivada de las bajas expectativas de los consumidores y propuso el intervencionismo como mecanismo para incentivarla y regular la economía en los momentos de depresión.  Al ser la principal característica del keynesianismo la intervención del Estado como herramienta eficaz para superar las crisis, su política económica consiste en incrementar el gasto público para estimular la demanda agregada y así aumentar la producción, la inversión y el empleo”.

Chicago

Es una corriente de pensamiento que se origina en el Departamento de Economía y en la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago a mediados del siglo XX. Son las ideas puestas en práctica, durante la dictadura militar por el ministro Martínez de Hoz y replicada en parte, en los 90.

Rechaza el keynesianismo y promueve el libre mercado y el monetarismo. Reconoce como principales exponentes a Milton Friedman y a George Stigler, ambos premiados con el Nobel de Economía.

Sostienen que “la economía de mercado es esencialmente estable y que las crisis serían el resultado de una intervención inadecuada del Estado”. Entre las propuestas: desregulación de la economía; privatización, concesión de servicios; eliminación de subsidios y reducir la burocracia para eficientizar el Estado.

Neoliberalismo

Es una teoría político-económica que retoma la doctrina del liberalismo clásico y la replantea dentro del esquema capitalista actual bajo principios más radicalizados. En Argentina comenzó a aplicarse en la presidencia de Carlos Menem y en parte durante el macrismo.

“Surge como una reacción a la intervención del Estado como garante de la justicia social o estado de bienestar y toma fuerza a partir de las crisis capitalistas del siglo XX, particularmente las producidas a finales de los años `20 y en la década del `70”, explicó el contador Guerra.

Para el neoliberalismo el Estado solo se debe circunscribir a cumplir las funciones regentes de la organización de la sociedad, oponiéndose a su intervención en el funcionamiento de la economía para así evitar las regulaciones en exceso y mayores impuestos al comercio y a las finanzas.

“Esta doctrina -agregó- es favorable a las privatizaciones de empresas y servicios públicos bajo la tesis de que el sector privado es más eficiente. Es partidario asimismo de la reducción del gasto social, de la libre competencia, de las grandes corporaciones y de reducir la influencia de los sindicatos”.

 

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