Las recetas electrónicas regirán desde enero
La receta electrónica será obligatoria desde enero de 2025, pero su implementación enfrenta desafíos. ¿Están listas las provincias y farmacias?
A partir del 1° de enero de 2025, el sistema de salud argentino dará un giro trascendental con la implementación exclusiva de la receta electrónica, una herramienta diseñada para optimizar la seguridad, la eficiencia y la transparencia en la prescripción y dispensación de medicamentos. Esta medida, reglamentada mediante la Resolución 5744/2024 publicada este martes en el Boletín Oficial, establece los parámetros técnicos y administrativos para su correcto funcionamiento.
Con este cambio, las recetas en papel quedarán obsoletas, y solo podrán emitirse y gestionarse mediante plataformas digitales homologadas por el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS). «La receta electrónica será la única modalidad vigente para la prescripción de medicamentos. No habrá prórroga ni nuevos plazos de adecuación», confirmaron fuentes del Ministerio de Salud a Infobae.
Un ecosistema digital para la salud
La nueva normativa asegura que todas las plataformas de prescripción y farmacias del país estén interconectadas a través de repositorios electrónicos, sistemas que almacenan y validan las recetas digitales de forma segura. Esto permitirá que los pacientes puedan obtener sus medicamentos en cualquier farmacia, sin importar si está vinculada a su obra social o prepaga.
“Los repositorios electrónicos garantizan la privacidad y la integridad de los datos del paciente”, señalaron las autoridades. Además, cada receta podrá ser rastreada desde su emisión hasta la dispensación, evitando problemas recurrentes como errores de interpretación o posibles falsificaciones.
El avance hacia la implementación de la receta electrónica no ha sido uniforme en todo el país. Hasta ahora:
- 17 jurisdicciones ya cuentan con legislación vinculada: 11 adhirieron a la Ley Nacional y 4 poseen normativas provinciales propias.
- 4 provincias utilizan recetas electrónicas y están en proceso de desarrollar leyes específicas.
- 3 jurisdicciones aún no cuentan con legislación relacionada.
- A pesar de estas diferencias, desde el Ministerio aseguran que todas las plataformas deberán adecuarse a los nuevos requisitos antes del 31 de diciembre de 2024.
Seguridad, eficiencia y transparencia: las claves del sistema
El principal beneficio del nuevo modelo radica en la seguridad. Las recetas digitales minimizan errores médicos, como las confusiones derivadas de la caligrafía manuscrita, y garantizan que solo profesionales habilitados puedan emitirlas.
Por otro lado, el sistema simplifica los trámites administrativos, al eliminar la necesidad de documentos físicos y permitir una gestión más ágil y económica de los tratamientos médicos. “El acceso al historial de recetas del paciente será instantáneo, mejorando la calidad de las decisiones clínicas”, destacaron desde la cartera sanitaria.
Además, la digitalización completa facilita la trazabilidad de los medicamentos, lo que fortalece la supervisión y reduce el riesgo de prescripciones duplicadas o incompatibles.
Este avance se fundamenta en la Ley N° 27.553, que regula el uso de recetas electrónicas en el país, y complementa la Ley N° 26.529 sobre los derechos del paciente. Desde su reglamentación en julio de 2024, las autoridades han trabajado para establecer un marco normativo sólido que asegure la correcta implementación del sistema.
Actualmente, de las 173 plataformas inscritas en el ReNaPDiS, 81 ya han sido aprobadas y 55 están en proceso de adecuación. Estas deberán cumplir con estrictos protocolos técnicos y de seguridad, incluyendo mecanismos de respaldo para proteger los datos de los pacientes frente a posibles fallos.
“La receta electrónica no solo es un avance técnico, sino también un compromiso con la calidad del servicio de salud”, concluyen desde el Ministerio. Este nuevo modelo promete marcar un antes y un después en el acceso a medicamentos, brindando un sistema más seguro, eficiente y transparente para todos los argentinos.