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Las Prepagas ajustan otra vez desde noviembre

Las empresas de medicina prepaga comenzaron a notificar a sus afiliados un nuevo aumento de cuotas que regirá desde noviembre. En promedio, las subas oscilan entre el 2,1% y el 2,8%, superando incluso el índice de inflación del último mes.

El argumento es el mismo de siempre: inflación, insumos, honorarios y servicios tercerizados. Pero en los hechos, la actualización vuelve a pegarle de lleno al bolsillo de miles de familias que ya venían asfixiadas por los aumentos acumulados del año.

Qué empresas aumentan y cuánto

En la lista de los nuevos incrementos figuran las principales prepagas del país, con porcentajes que varían según la compañía y el tipo de plan:

Pasteur: 2,1%
Accord: 2,2%
Omint: 2,85%
Sancor Salud: 2,1%
OSDE: 2,1%
Hospital Británico: 2,1%
Medifé: 2,1%
Swiss Medical: 2,1%

Aunque los aumentos todavía no fueron cargados en los sistemas oficiales, muchas firmas ya comenzaron a enviar las notificaciones a sus usuarios, anticipando el impacto en los resúmenes de noviembre.

La inflación como excusa y el bolsillo como víctima

La suba llega justo después de que el INDEC informara una inflación del 2,1% en septiembre, la más alta desde abril. Sin embargo, el incremento que aplicarán las prepagas vuelve a ser “de piso” y no “de techo”: el ajuste más alto, de 2,8%, se ubica por encima del IPC general.

Cada vez más médicos de prepagas cobran copagos a los pacientes

La promesa original de que los aumentos seguirían el ritmo de la inflación quedó, otra vez, en duda. Con la desregulación del sistema, el control del Estado se fue diluyendo y las empresas tienen cada vez más libertad para definir sus precios, aunque eso signifique dejar a miles de afiliados en la cuerda floja.

Familias que abandonan la prepaga

La consecuencia no tarda en verse: cada vez más familias dejan de pagar sus prepagas y vuelven a las obras sociales o al sistema público de salud. La tendencia se acelera mes a mes y ya empieza a sentirse en clínicas y hospitales que registran una mayor demanda.

El fenómeno es nuevo y preocupante. Gente con enfermedades crónicas que interrumpe tratamientos, profesionales que se van del sector privado por falta de pagos y prestadores chicos que no pueden competir con los grandes grupos.

La concentración del sistema se profundiza y los más chicos van quedando en el camino. Una postal que expone la fragilidad de un esquema que, entre subas constantes y falta de regulación, parece empujar a los argentinos a elegir entre endeudarse o quedarse sin cobertura médica.

Un sistema en riesgo

Pese a los argumentos empresariales, los incrementos acumulados en los últimos dos años siguen superando la inflación interanual y erosionan el poder adquisitivo de los afiliados. Mientras tanto, la brecha entre los planes “premium” y los más básicos se amplía, y cada mes más personas se bajan del sistema.

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