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La cocina riojana celebró su día con variadas actividades

Numerosas recetas de cocina forman parte del folklore. Es una expresión de identidad.

El domingo se celebró el Día de la Cocina Riojana, con una jornada cargada de actividades. Esto dio lugar enmarcado a la Ley N° 8961, ya que cada tercer domingo de julio, desde el 2011 se celebra esta fecha. La cocina riojana es parte de nuestro patrimonio inmaterial, numerosas recetas de cocina forman parte de nuestro folklore. Es una verdadera expresión de identidad.

Apertura. “Sala Cocina”, inspirada y basada en los relatos y libros de Teresita Flores, impulsora de la Ley.
Apertura. “Sala Cocina”, inspirada y basada en los relatos y libros de Teresita Flores, impulsora de la Ley.

Primero se dio apertura a la muestra de la “Sala Cocina”, inspirada y basada en los relatos y libros de Teresita Flores, impulsora de la Ley y principal referente de la cocina riojana. Luego se realizó una exhibición de utensilios artesanales para la cocina. La misma estuvo a cargo de los artesanos en madera Julio Romero junto a los hermosos Facundo, Carlos y Ramón Corzo, y en cerámica, Eliana Bustamante.

Más tarde, con una degustación de platos dulces y salados, se homenajeó a Teresita Flores por su importante trabajo en la cocina riojana. Terminó la jornada con juegos en torno a la cocina riojana, música y baile a cargo de la dirección de Arte y Creatividad.

Sobre la impulsora de esta inicativa

Teresita Flores nació en Sanagasta. Es maestra, recibida en la Escuela Normal “Pedro Ignacio de Castro Barros”, es profesora de castellano, escritora, investigadora y una caminante incansable de los senderos rurales de la provincia de La Rioja, donde pasó la mayor parte de sus 40 años de trabajo docente y aprendió, de la mano de la gente de los pueblos, a valorar los bienes de la tierra.

Apenas Teresita se recibió de maestra fue nombrada directora de una escuela en el pueblo de Cuipán, en el Departamento San Blas de los Sauces.

Teresa ejerció la docencia durante cuarenta años por varios pueblitos, algunos olvidados y sin luz ni agua potable, donde los chicos pastoreaban las cabras y había que salir a buscarlos casa por casa para que vengan a la escuela. Había que hacer de todo: despiojaban a los niños, cocinaban, acarreaban agua y en muchas ocasiones no tenían ni una pizarra. Pero en esos pueblitos la gente se las arreglaba para ser feliz, suele mencionar Teresita.

Teresita se casó en Jalicas (nombre de uno de los últimos caciques) docente, hijo de libaneses, quien la alentó a estudiar en la Universidad de La Rioja, donde logró recibirse de Profesora de Literatura y Castellano, con gran sacrificio, ya con tres hijos. Desde Los Sauces, donde vivía, viajaba todos los días a la Capital,

Su pasión por las letras la llevó a escribir poesía de alto vuelo y enraizada en la cultura profunda de su provincia. Su madre falleció cuando ella tenía 9 años de edad. Tuvo que empezar a cocinar y fue aprendiendo a combinar sabores, aromas y colores.

Su pasión por las letras la llevó a escribir poesía de alto vuelo y enraizada en la cultura profunda de su provincia. Su madre falleció cuando ella tenía 9 años de edad. Tuvo que empezar a cocinar y fue aprendiendo a combinar sabores, aromas y colores.

En el interior de nuestra provincia fue conociendo a mujeres admirables que cocinaban platos tradicionales con ingredientes nativos y recetas simples, que en su austeridad y sabiduría popular descollaban en ingeniosos platos que alimentaban rico, sabroso y nutritivo. Desde una sopa, un guiso, una tortilla, una colación o un postre. Ella comenzó a tomar apuntes porque tanta maravilla y riqueza cultural no debía perderse.

Fueron 8 años de observación, de preguntas, de búsquedas e investigaciones sobre estas mujeres y sus habilidades y prácticas que tanto le llamaron la atención.

Juntando experiencias, mirando con atención, preguntando con interés y anotando lo necesario, Teresita, curiosa por naturaleza, continuó investigando; y así empezó con la búsqueda del origen del maíz, por ejemplo. Ella sostiene que por ese lado vino su interés por investigar más y nació un libro al que ella le tiene un profundo cariño: “Historias a la olla”, donde relata que se encontró con una hecatombe de información, mitos, leyendassobre cómo llegó el maíz a Latinoamérica.

A través de la historia de la cocina, se puede contar la historia de los hechos consumados en el tiempo, política, economía, sociedad, cultura, entre otros temas. Su investigación sobre América Latina, la conquista y la cocina le llevaron mucho tiempo y logró unir todas las piezas necesarias para contar esa historia en sus libros. La llegada de españoles, la mestización, la conquista y genocidio, las cartas que los maridos españoles les enviaban a sus mujeres donde les decían que debían embarcarse e ir al nuevo continente a “cuidar su virtud”, y además pedían distintos alimentos, como vinagre, aceite, siendo la manera en la que comienza, también, una especie de conquista gastronómica.

Sus libros se difundieron por todo el país, se enseñaron en escuelas, se los siguen pidiendo por teléfono, son parte de la bibliografía de la embajada en París donde se enseña cocina riojana, y ella siente todo eso como un enorme premio.

Además cabe destacar que el 3° domingo del mes de julio se conmemora el Día de la Cocina Riojana, establecido por la Ley N° 8961, que fue iniciativa de Teresita Flores. Debemos mencionar que fue declarada Mujer Destacada de La Rioja en 1996, Vecina Ilustre en 2001, Vecina Ilustre en Tarija y San Lorenzo (Bolivia). Fundadora junto a sus hermanos del Museo Rumi Mayo, de Sanagasta.

 

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