El Gobierno de Milei buscará convencer a la CGT para que se sume al Consejo de Mayo
La central obrera se bajó del diálogo social puesto en marcha por el Gobierno para avanzar en la reglamentación de la ley Bases.
El Gobierno intentará recomponer lazos e integrar a los sindicalistas de la CGT al Consejo de Mayo, el órgano que estará conformado por distintos sectores para consensuar proyectos de ley que traduzcan en medidas concretas los diez puntos del Pacto de Mayo. Así se definió en la Casa Rosada después de que la central obrera diera un portazo y se retirara de la mesa de diálogo social con el secretario de Trabajo, Julio Cordero. «Cordero tiene contactos constantes con la CGT. Estaría bueno lograr integrarlos al Consejo de Mayo», dijo un influyente funcionario de la gestión libertaria con despacho en Balcarce 50.
La central obrera se bajó del diálogo social puesto en marcha por el Gobierno para avanzar en la reglamentación de la ley Bases, que siempre fue vista como la instancia previa a la conformación del Consejo de Mayo. Pero los días fueron corriendo y ya se cumplió la mitad del plazo de un mes dispuesto por decreto para conformar ese órgano, que estará compuesto por un funcionario del Ejecutivo, un diputado y un senador nacionales, un gobernador, un empresario y, si la gestión libertaria lo consigue, un sindicalista.
Cordero y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también con vínculos con el gremialismo, deberán trabajar a contrarreloj para lograr sentar a un representante de los sindicatos en el Consejo, aunque el funcionario consultado advirtió que el plazo de 30 días para su creación podría estirarse.
Para conseguirlo, los libertarios deberán acercar posturas con la plana mayor cegetista que, si bien está dividida entre dialoguistas y duros, tiene un malestar compartido por todos en torno a reformas laborales como la restitución del Impuesto a las Ganancias y la nueva figura de «colabores independientes» para que empresas puedan tomar hasta tres trabajadores bajo el sistema de monotributo. Esas dos cuestiones integran la ley Bases y cayeron muy mal en los sindicalistas.
El dirigente libertario consultado, y que pertenece al círculo íntimo del presidente Javier Milei, reconoció que se decidió avanzar con la reglamentación de Ganancias pese al malestar sindical, y ratificó que el Gobierno no retirará la apelación que hizo en la Justicia para que entre en vigencia la reforma laboral del mega DNU, y que había quedado en suspenso tras una presentación judicial de la CGT. No obstante, el funcionario aclaró que no es cierto que se haya reglamentado la figura del «colaborador independiente», como había sostenido la central obrera como argumento para abandonar la mesa de diálogo social.
En el medio, el siempre dialoguista líder del sindicato de empleados de Comercio, Armando Cavalieri, tuvo un gesto con la gestión libertaria y el miércoles último envió a un representante de su organización al primer encuentro del diálogo social, lo que evitó que el encuentro no tuviera ningún representante gremial. Así, en las próximas semanas el Gobierno buscará explorar algún tipo de negociación para que la silla del sindicalismo en el Consejo de Mayo no quede vacía.
NA