EE.UU: Murió tras ser mordido por un lagarto venenoso que compró para tener como mascota
Un hombre de Colorado murió tras ser mordido por un monstruo de Gila, en lo que fue el primer fallecimiento en casi un siglo a raíz del ataque de uno de esos lagartos.
El hecho ocurrió semanas atrás y en los últimos días se dieron a conocer nuevos detalles sobre la muaerte de Christopher Ward, de 34 años.
Tras ser mordido, el hombre fue trasladado a un hospital de la zona, donde lo conectaron a un respirador artificial y cuatro días después falleció.
La novia de Ward entregó el lagarto llamado Winston a la oficina de control de animales de Lakewood.
El ataque mortal de su mascota
El lagarto pertenecía a la pareja y lo habían comprado en una exposición de reptiles en Denver. Tenían otro ejemplar más pequeño de nombre Potato.
La novia de Ward contó a la Policía que ese día escuchó algo que «no sonaba bien» y entró en una habitación de si vivienda, donde vio a Winston agarrado a la mano de Ward.
El monstruo de Gila mordió al hombre durante cuatro minutos, tras lo cual lo soltó y la víctima del ataque quedó agonizante.
Su pareja llamó a la ambulancia. Al llegar los paramédico, Ward estaba tirado, «mínimamente receptivo» y visiblemente muy asustado.
Ya en el hospital, tras ser puesto en soporte vital, su estado de salud siguió decayendo hasta hacerse irreversible.
De acuerdo con la oficina forense del condado de Jefferson, su muerte se produjo debido a «complicaciones por envenenamiento por el monstruo de Gila» con problemas cardíacos y hepáticos como factores contribuyentes.
Muerte «increíblemente extraña»
Así la calificó la agencia AP al dar a conocer los hechos ya que -según esa fuente- es primer fallecimiento por esa causa en casi un siglo.
En ese sentido se manifestó también el curador de herpetología del Zoológico de Bronx, Kevin Torregrosa, quien además explicó que Wilson mordió durante 4 minutos a su dueño «porque eso es lo que hacen».
En declaraciones al Ney York Times, el experto señaló que los monstruos de gila, a diferencia de las serpientes venenosas, tienen hendiduras en sus dientes que les permiten aferrarse mejor a sus víctimas.
«Muerden, sostienen y mastican, y así es como liberan su veneno», detalló Torregrosa.
También afirmó que el veneno «es muy doloroso» y que los monstruos de Gila no suelen ser cazadores activos, sino que usan el veneno como defensa.
«Ninguno va a salir corriendo de entre los arbustos y morderte», aclaró el especialista, para luego añadir que es probable que Ward estuviera jugando con Winston cuando este lo mordió.
Torregrosa sostuvo que los ejemplares de esa especie son pequeños y lentos, «serpentean y avanzan pesadamente como lo haría una tortuga», pero pueden atacar rápidamente.