Avanza la segunda etapa de la estación: preparan un mástil de 24 metros para el Día de la Bandera

En el marco de la remodelación de la estación ferroviaria, el municipio avanza a paso firme con la segunda etapa de obras, que incluye la creación de una plaza cívica, nuevos espacios verdes, veredas amplias y un símbolo central: un mástil de 24 metros de altura que se inaugurará el próximo 20 de junio.
Gonzalo Bustos, secretario de Obras Públicas, destacó que este nuevo hito urbano será parte del cierre de esta etapa de intervención. «Se trata de una de las torres históricas que funcionaban como miradores ferroviarios, y que ahora se va a transformar en el mástil más grande de la ciudad», explicó.
El funcionario señaló que esta transformación forma parte del objetivo de jerarquizar el espacio público. “La idea es que esta fecha no pase desapercibida. El intendente insiste en dar valor simbólico a estas fechas. Esto no será un acto más: queremos que sea un punto de encuentro, un reflejo del espíritu de nuestra gestión”, indicó.
El nuevo mástil será el remate arquitectónico de una plaza que busca articular lo que sucede en la estación y en el mercado. “Estamos elaborando esta especie de plaza cívica que va a asignar entidad y cerrar con fuerza esta segunda etapa. Nos faltaba un símbolo claro, y lo encontramos”, remarcó Bustos.
La bandera que flameará ese día tendrá seis metros de largo. Para su colocación, contarán con la colaboración de un grupo de jóvenes escaladores, quienes se encargarán de instalar las roldanas y los cables necesarios en lo alto de la torre.
Recuperación del espacio y participación vecinal
Las obras incluyen además la recuperación de rieles históricos —que se transformarán en parte de la estructura del futuro mercado permanente— y la finalización de una vereda de seis metros de ancho que conecta con el barrio Hospital. “Esto permite dar respuesta a una zona donde el movimiento de feriantes es constante y característico”, explicó.
Consultado por la reacción de los vecinos, Bustos fue claro: “Están muy contentos. Este era un sector olvidado, oscuro, con basura e inseguridad. Hoy es un parque lleno de vida, donde se escucha tango a la tarde, los niños juegan y las familias vienen con sus mascotas. Estamos generando situaciones lúdicas que cambian el día a día de nuestros vecinos”.