Alberto Fernández: “Mi urgencia son los que no tienen techo, no acordar con los acreedores”

El presidente otorgó 1.200 viviendas gracias a un convenio con la CGT y la CTA.

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, encabezó este mediodía un acto en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, donde se firmó un convenio con la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) para entregar nuevas viviendas. El mandatario celebró el compromiso de ambos sindicatos, y aprovechó para criticar una vez más al gobierno del expresidente Mauricio Macri.

“A uno le daba impotencia ver casas maravillosas que habían quedado construidas en el año 2015 y que, por razones inentendibles, que no son otras que la miserabilidad política, no fueron entregadas a la gente”, soltó Fernández al abrir su discurso ante sus funcionarios y algunas familias beneficiadas por el programa Procrear II Cogestión Local con Sindicatos.

El presidente estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi. Según comentó el jefe de Estado, el funcionario le propuso un plan para construir 260 mil viviendas antes de 2023, que tiene un costo de 10 mil millones de dólares. “Eso es la cuarta parte de lo que otros tomaron con el Fondo Monetario Internacional (FMI) irresponsablemente”, disparó Fernández.

“Piensen que, con la mitad de lo que deberíamos pagarle el año que viene al Fondo, nosotros podríamos construir las 260 mil viviendas”, agregó el presidente, que sugirió que “lo apuran” para negociar con el FMI: “Mi urgencia son los que no tienen techo, no acordar con los acreedores”.

Sin embargo, el referente del Frente de Todos aseguró que tiene intenciones de llegar a un acuerdo con los prestamistas, aunque reiteró que no lo hará “de manera tal que postergue a los argentinos”.

Por último, Alberto deslizó que, además de la gestión del expresidente Macri, también hay responsabilidad hacia el interior del organismo internacional. “Al prestarle semejante cantidad de plata a devolver en un término de tres años a un país que estaba en default, hay responsabilidad de todos lados”, completó.