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Brutal asesinato de un riojano en Mendoza: un tatuador quedó detenido

La Justicia y la Policía lograron identificar este miércoles al hombre asesinado en un brutal crimen ocurrido en una vivienda del barrio Canciller, en Maipú. La víctima fue reconocida como Rubén Atilio Stubbia, un ciudadano argentino de 34 años, carpintero de profesión, cuyo cuerpo fue hallado envuelto en una lona de pileta y atado con alambres, con evidentes signos de violencia.

El hallazgo se produjo este martes por la noche, en una propiedad ubicada sobre calle Juan Martínez al 700, donde además funcionaba un local de tatuajes llamado “Adrenaloide”. La escena fue estremecedora: el cuerpo presentaba una lesión en la ceja izquierda, otra en el cráneo y una soga alrededor del cuello. El informe preliminar de los forenses confirmó que Stubbia, cuyo último domicilio era en calle Vieytes, fue estrangulado.

Un crimen cargado de violencia sacudió este martes por la noche al departamento de Maipú. El hecho de sangre sucedió en una vivienda y local de tatuajes de calle Juan Martínez 713 del barrio Canciller, donde la policía halló el cadáver…

En un primer momento, las autoridades no lograron establecer la identidad de la víctima, ya que el sistema biométrico no arrojó coincidencias in situ. Sin embargo, tras la realización de la autopsia y la recolección de otros elementos identificatorios, se pudo confirmar oficialmente el nombre del fallecido. La familia de la víctima, principalmente su madre, jugó un rol fundamental para conocer la identidad.

Stubbia habría llegado al lugar en horas previas al crimen, por motivos que todavía no han sido esclarecidos. Una hipótesis indica que ingresó voluntariamente al domicilio y que, por causas bajo investigación, se desató una pelea que terminó de manera trágica. Otra línea de trabajo sugiere que fue retenido contra su voluntad y sometido a torturas durante al menos dos días.

Por el asesinato fueron detenidos dos hombres. Uno de ellos es Federico Lorca, un tatuador de 48 años que residía en la propiedad donde fue encontrado el cadáver. El otro es un amigo suyo de 29 años, Lautaro Agostini, cuya participación en el hecho era motivo de análisis por parte de los fiscales, debido a que presentaban rastros de sangre en sus prendas de vestir.

Una fuente ligada a la causa reveló que la secuencia de violencia pudo haberse iniciado alrededor de las 19.30, cuando un hombre acudió a la Comisaría 29ª de Gutiérrez para denunciar una situación sospechosa en el domicilio de Lorca. Esa denuncia derivó en un operativo que terminó con el macabro hallazgo.

Los investigadores intentaban este miércoles establecer el móvil del crimen. No descartan hipótesis vinculadas a un conflicto personal, pero tampoco dejan de lado la posibilidad de que haya existido algún tipo de ajuste o represalia en un par de jornadas.

Los teléfonos secuestrados y el análisis de las cámaras de seguridad de la zona serán claves para reconstruir las últimas horas de la víctima, destacaron las fuentes del expediente.

La causa está en manos de la fiscal de Homicidios Claudia Alejandra Ríos, que esta jornada trabajaba sobre los perfiles de los detenidos y del propio Stubbia, con el objetivo de trazar un vínculo que permita entender qué lo llevó a ese lugar y por qué fue asesinado con semejante violencia.

Con la identidad de la víctima confirmada, el expediente avanzaba hacia la recolección de pruebas que permitan esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad penal de los implicados, quien iban a ser imputados.

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