Preocupación global por los ataques a la prensa por parte de Milei

En 2024 se registraron 179 agresiones, con origen estatal o paraestatal en el 80% de los casos. Javier Milei fue señalado en más de la mitad de los episodios de violencia documentados este año. El aumento de incidentes motivó múltiples reuniones reservadas entre medios, ONGs y embajadas.
El informe difundido por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la OEA puso foco en lo que calificó como “un deterioro acelerado del ambiente para el ejercicio de la libertad de expresión en la Argentina, caracterizado por la baja tolerancia del Poder Ejecutivo hacia las críticas y los procesos deliberativos”. Esta advertencia se suma a la inquietud de diplomáticos europeos y americanos consultados por LA NACION, quienes manifestaron preocupación en reuniones privadas y foros internacionales.
Más de 30 funcionarios y diplomáticos de una quincena de países, según LA NACION, reconocen el incremento de reuniones a puertas cerradas con periodistas, organizaciones civiles y fundaciones que monitorean los derechos humanos. “La sucesión de hechos y la escalada de los ataques a periodistas y críticos del gobierno que estamos viendo nos preocupa mucho. Tememos que la Argentina se esté convirtiendo en un banco de pruebas de nuevas prácticas antidemocráticas, destinadas a socavar libertades civiles y derechos humanos fundamentales, como la libertad de expresión y de prensa, el acceso a la información o el derecho a la protesta”, afirmó un diplomático europeo.

El Monitor de la Libertad de Fopea informó que en 2024 se contabilizaron 179 ataques contra periodistas, lo que representa un 53% más que en 2023 y 103% más que en 2022. Según el informe, “en el 80% de esos casos la violencia tuvo origen estatal y paraestatal”. Además, se documentó que “en más de la mitad de los hechos registrados en 2024 estuvo involucrado el propio presidente de la Nación”.
En los primeros cinco meses de 2025, ya se registraron 119 casos, de los cuales 70 tuvieron como autor o partícipe al presidente Javier Milei, lo que marca una tendencia en aumento respecto de años anteriores.
Según fuentes diplomáticas, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y su alineamiento con el gobierno argentino alimentan la preocupación por un posible “efecto contagio” en estrategias de comunicación y tratamiento de la prensa. Estas prácticas despiertan inquietud en los foros multilaterales, donde se habla de la Argentina como un posible “país laboratorio”.
Representantes de embajadas europeas y americanas indicaron en charlas reservadas que “nos preocupan los ataques verbales públicos, por los medios de comunicación y especialmente por las redes sociales, pero también hechos concretos, que se expresan y se llevan a cabo desde lo más alto del poder político, así como algunas acciones de desinformación que parecen provienen de sectores cercanos al gobierno argentino”.
Eventos y declaraciones que profundizan la inquietud
Durante el evento “Desinformación: Manipulación de Información e Interferencia Extranjera – Desafíos Globales y Respuestas Democráticas”, organizado por varias embajadas europeas en Buenos Aires, el embajador de la UE en Argentina, Amador Sánchez Rico, sostuvo que la desinformación busca principalmente “polarizar sociedades y explotar momentos de crisis, como elecciones”.
En ese contexto, también resonaron las analogías trazadas entre la situación local y la evolución de regímenes como el de Hungría. En particular, se destacaron las conexiones entre asesores del gobierno argentino, como Santiago Caputo, y estrategas cercanos a Viktor Orban.
A esto se suma la difusión del Plan de Inteligencia Nacional, revelado por el periodista Hugo Alconada Mon, que plantea como posibles objetivos a críticos del gobierno sin delimitar alcances. Tras esa publicación, Alconada Mon denunció intentos de hackeo coordinados contra sus cuentas digitales.
Finalmente, los episodios recientes de violencia física durante manifestaciones, como el del fotógrafo Pablo Grillo —herido por una cápsula de gas lacrimógeno—, elevaron la atención de organismos internacionales y motivaron nuevas consultas diplomáticas.