Reposición de Carteles de la Ruta de los Mártires en La Rioja
Acompañaron al secretario de Derechos Humanos, Delfor Brizuela; el secretario de Justicia, Lucas Casas; el subdirector del Servicio Penitenciario, Inspector General Ariel Herrera y la directora de Despacho General Inspector Gral. Vogliolo Valeria; el director de Promoción de Derechos Humanos, Marcelo Acosta; la Directora de Protección de DDHH, Ana Idoyaga; el sacerdote de origen francés, Francisco Contamín, integrantes de la Asociación de ex Presas y Presos Políticos, de Hijos de ex Presas y Presos Políticos, entre otros.
Albino Soria, un ex preso político alojado en este instituto, recordó emocionado la visita de Monseñor Angelelli el 23 de diciembre de 1975 para celebrar la misa de Nochebuena. Contó que finalizó la misa con la frase: «<Bienaventurados los que luchan por la justicia>, tras lo cual Monseñor se quebró, lloramos, comenzamos a cantar y él nos abrazó. Ese abrazo quedó como reliquia para el resto de mi vida».
Soria también mencionó el dolor que sintieron al enterarse de la muerte (asesinato) de Angelelli: «Fue un dolor muy grande para nosotros, una tortura más porque perdimos no solo a nuestro pastor sino al compañero, al amigo, al gran apoyo que teníamos».
El sacerdote Francisco Contamín comentó: “Quiero rescatar de monseñor Angelelli para mi misión aquí en el penal, primero la cercanía con los internos y el personal y también preservar y libertad de los hijos de Dios que es nuestra dignidad y que nadie le puede quitar a nadie… más allá de la detención“.
El secretario de Seguridad, Casas, celebró la colaboración y predisposición permanente que se tiene desde el SPP, ante los asuntos vinculados a los derechos humanos, y el acompañamiento que brindaron en esta actividad.
Así también resaltó lo difícil que fue para los ex presos y presas políticas que hayan sido perseguidos por buscar justicia, y reconoció que su lucha no tenía más que un solo sentido que era ir en contra de ese sistema que les estaba haciendo tanto daño. “Hoy tenemos alimentos para todo el mundo, pero nos está faltando para nosotros, por eso necesitamos como sociedad un poquito de lo que tenían ustedes, de levantar la voz para que esas cosas no pases”.
Por su parte el secretario de Derechos Humanos, Delfor Brizuela, afirmó: «Esta Navidad (la del 1975) es muy relevante para nosotros, porque fue la última Navidad de Angelelli, ya que en agosto lo mataron. Era un obispo que se identificaba con su pueblo, con los pobres, con los injusticiados, con los que padecían este sistema que excluye y mata, por eso su figura fue tan polémica».
Destacó que era un “subversivo”, porque buscaba que la sociedad cambiara, que fuera más justa, ya que había mucha hambre, como ahora, con más del 50% de pobreza y chicos que se van a dormir sin comer, en una Argentina que puede alimentar a diez veces su población.
También recordó el sentido del martirio de Angelelli como un cristiano que, desde su fe, se identificó con su pueblo, como lo que hicieron los jóvenes de ese entonces, trabajando en centros de estudiantes, en los barrios, en la iglesia, siendo solidarios. “Esa era la figura de Angelelli, esa fue la causa de su persecución y asesinato», remarcó.
Además, durante la actividad se anunció la reposición de los carteles en el Obispado, sede del ministerio pastoral de Angelelli, y en el Hogar del Carmen, lugar donde se realizó la primera reunión pastoral de Enrique Angelelli con sus presbíteros tras su llegada a La Rioja.
Estas placas buscan mantener viva la memoria de estos mártires y su legado en la lucha por la justicia social y la dignidad humana.