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Seminarista recibió el ministerio del lectorado

Es un cargo que se confiere a los seminaristas durante sus estudios teológicos para prepararlos para su servicio a la Palabra de Dios.

Hace unos días en la parroquia Nuestra Señora de los Remedios de Monte Cristo, el seminarista Maximiliano Palacio recibió el ministerio del Lectorado.

El ministerio de lectorado es una oportunidad para que los seminaristas se transformen por la Palabra de Dios, y para que transmitan su amor a las Sagradas Escrituras a través de su vida, obra y acciones. Este ministerio consiste en leer la Palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas, como la misa, a excepción del Evangelio.

Maxi con mucha emoción, pidió perdón por la veces que no vivió el Evangelio y dio gracias por haber encontrado tantas personas que lo viven.
Maxi con mucha emoción, pidió perdón por la veces que no vivió el Evangelio y dio gracias por haber encontrado tantas personas que lo viven.

La celebración fue en la Comunidad en donde pasó los dos últimos años de formación quienes se brindaron con cariño en su camino y en este momento. La Comunidad del Seminario llevó la Virgen de Loreto, patrona de esa Casa de Formación.

La misa estuvo presidida por Monseñor Dante Braida y concelebrada por Monseñor Alejandro Mussolino, obispo auxiliar de Córdoba y varios sacerdotes de La Rioja y Córdoba como así también presencia de laicos de ambas comunidades.

En la homilía Monseñor destacó la importancia de la palabra de Dios en nuestra vida y la misión especial de Maxi en este tiempo luego de haber escuchado y aprendido de la Palabra de Dios, llevarla a los demás.

Destacó la figura del Beato Angelelli quien escuchó con un oído al pueblo y con el otro el Evangelio.

Finalmente agracedeció a la comunidad de Monte Cristo, al Seminario de Córdoba y a la familia de Maxi, cuyos padres estaban presentes.

En una fraterna ceremonia el padre Dante le entregó el libro de la Palabra de Dios a Maxi constituyéndolo Lector .

Al concluir la misa, Maxi con mucha emoción, pidió perdón por la veces que no vivió el Evangelio y dio gracias por haber encontrado tantas personas que lo viven y así son luz para los demas expresando el deseo de ser santo. En el Salón Parroquial todos los presentes disfrutaron de una comida compartida.

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