La Rioja, sede del Encuentro de Cáritas de la Región del NOA
Bajo el Lema “Con María alentamos un Tinkunaco donde todos tengan un lugar” durante el fin de semana del 16 y 17 de noviembre, La Rioja fue sede del III encuentro regional NOA de las cáritas diocesanas de las diócesis de Humahuaca, Jujuy, Orán, Cafayate, Salta, Tucumán, Concepción, Santiago del Estero, Añatuya, Catamarca y La Rioja.
En el encuentro se pudo compartir la realidad de cada Diócesis mediante las diferentes mesas de trabajo como: Pastoral Social del NOA; el protagonismo de los jóvenes en la región; el estado de situación económica; ecología integral; mesa de trabajo de los directores de cada Cáritas.
Con la directora regional Inés Peloc (de Jujuy) y el rol y la importancia de las propuestas en el Consejo Federal, en cada uno de estos espacios se pudo valorar, rever las acciones, proponer cambios y hacer memoria de lo caminado.
También se pudo escuchar los aportes de Raúl Brizuela referente de la pastoral social de la Diócesis y de la contadora Liliana de la Vega, quien dio una mirada objetiva y crítica de la situación económica de la región.
En la noche del sábado la casa de retiro Tinkunaco se vistió de Peña chayera para agasajar a los invitados que con música, baile y mucha fraternidad vivieron la alegría riojana.
Durante el día domingo con la presencia de nuestro padre Obispo, Dante Braida, quien a la luz del Sínodo se nos impulsa como Cáritas a compartir” nuestro carisma y modo de vivir a imagen del buen samaritano, donde acompañar, amar y servir a cada hermano es nuestra forma de vivir el Evangelio. Los protagonistas de cada momento fueron «los jóvenes en caritas» que hoy tienen y piden mayor presencia, voz, acción y responsabilidad frente a las necesidades de un región cargada de desafíos, económicos, culturales y nuevas formas de Evangelizar”, indicaron desde la organización.
Cáritas Diocesana de La Rioja agradece con sincero corazón la predisposición, la ayuda y el sí en el servicio ofrecido en cada detalle de las cáritas parroquiales para hacer de La Rioja una casa para el NOA.
Jornada mundial de los pobres
La celebración, instaurada durante el pontificado de Francisco tuvo lugar el penúltimo domingo del año litúrgico. El Papa señala que ese día debe ser tomado como «una oportunidad pastoral».
La octava edición de la Jornada Mundial de los Pobres se celebró el domingo 17 de noviembre. La iniciativa fue propuesta por primera vez en 2017, luego de ser fuertemente deseada por el Papa Francisco para instar a la Iglesia a «salir» de sus muros, para encontrarse con la pobreza en los múltiples significados en los que se manifiesta en el mundo de hoy.
El lema de este año, tomado del libro de la Sabiduría, “La oración de los pobres asciende a Dios”, se publicó, como de costumbre, en la fiesta de San Antonio de Padua, el 13 de junio.
El mensaje vincula la celebración con el año dedicado a la oración, con vistas al Jubileo de 2025. En él, el Papa destaca que «los pobres todavía tienen mucho que enseñar, porque, en una cultura que antepone la riqueza y que muchas veces sacrifica la dignidad de las personas en aras de los bienes materiales, ellos reman contra la corriente, dejando claro que lo esencial de la vida es otra cosa».
A su vez, recuerda “que los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios», y considera: «Como Padre, se preocupa por quienes más lo necesitan. Nadie está excluido de su corazón, ya que, ante Él, todos somos pobres y necesitados”.
Francisco se dirige a los pobres de las ciudades y de las comunidades católicas, para expresarles la “certeza” de la presencia de Dios. “El silencio de Dios no significa distracción de nuestro sufrimiento; al contrario, contiene una Palabra que pide ser acogida con confianza, abandonándonos a Él y a su voluntad”, apela.
Asimismo, desafía a todos los católicos a asumir “la oración de los pobres y orar con ellos”, con “corazón humilde”. Y pide que se promuevan “iniciativas que ayuden concretamente a los pobres”, elogiando a todas las personas que se ponen a disposición para “escuchar y apoyar” a los más necesitados.
La Jornada Mundial de los Pobres contará con la participación del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, que estará a cargo de la organización del Almuerzo con los Pobres, que el Papa Francisco ofrecerá, como siempre, en el Aula Pablo VI, después de la celebración eucarística. Al final del almuerzo, cada persona recibirá una mochila ofrecida por los padres vicentinos (Congregación de la Misión), que contendrá alimentos y productos de higiene personal
El Dicasterio para la Evangelización, en esa ocasión, satisfará las necesidades de los más necesitados, con diversas iniciativas caritativas, como el pago de facturas a las familias más necesitadas a través de contactos con las parroquias.
Por ello es que el Papa invitó a almorzar a la Sala Pablo VI a 1300 pobres. En el mismo lugar en donde se desarrolló el Sínodo de la Sinodalidad y cumpliendo con su deseo de que la Iglesia es para todos, todos, todos, estuvieron compartiendo con él y siendo servidos por personal de la Cruz Roja.
Formó parte de este grupo Giuseppe, un sin techo de Roma, que hace unos días recibió un par de zapatos como regalo del Pontífice quien esta semana recibió un par de zapatos de la talla 42. Francisco entregó inmediatamente este regalo a la oficina papal de limosnas. Unas horas más tarde, Joseph llegó necesitado de zapatos; dijo que ya no podía caminar con los viejos que llevaba. La talla 42 era providencialmente la suya. «Inmediatamente recibió los zapatos del Santo Padre y se los puso».
Los actos del domingo 17 vienen precedidos de numerosas iniciativas de atención a los pobres, como el ambulatorio situado bajo la columnata Bernini, abierto todos los días y que acoge diariamente a unas 150 personas sin hogar. Todos los necesitados, incluso los sin papeles o que no saben italiano, pueden contar con una atención médica completa. Pero ante todo está escuchar al prójimo, su historia y sus necesidades, porque «devolver la dignidad también pasa por escuchar». Estas personas con fragilidades son visitadas por médicos y reciben gratuitamente medicamentos del Santo Padre en la farmacia vaticana. La comida después de la Eucaristía con los pobres, organizada por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, corre a cargo de la Cruz Roja Italiana. Al final, todos han recibido una mochila con alimentos y artículos de primera necesidad para la vida cotidiana. “Los pobres no son imágenes para conmover, sino personas que exigen dignidad La oración del pobre sube hasta Dios”, dijo el Papa.