Día Nacional del Derecho a la Identidad: El rol de las Abuelas en buscar la verdad
Hoy, 22 de octubre, se conmemora el Día Nacional del Derecho a la Identidad en Argentina, en honor a la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo. Desde 1977, estas mujeres trabajaron incansablemente para recuperar la identidad de más de 500 niños apropiados durante la dictadura militar, defendiendo uno de los derechos humanos más fundamentales de todos.
La fundación de las Abuelas y el derecho a la identidad
El 22 de octubre de 1977, un grupo de doce valientes mujeres, entre ellas Chela Fontana, Raquel Radio de Marizcurrena, Clara Jurado y Eva Castillo, fundaron las Abuelas de Plaza de Mayo. Estas mujeres iniciaron una búsqueda por recuperar a sus nietos, muchos de los cuales nacieron en centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar, arrancados de sus familias y criados bajo identidades falsas, privados de su derecho a conocer su verdadero origen.
El derecho a la identidad, aunque menos visible que otros derechos como la libertad o la educación, es esencial para la existencia de una persona: tener un nombre, apellido, fecha de nacimiento y nacionalidad, son aspectos básicos que nos permiten ser reconocidos en la sociedad. La identidad no es solo un conjunto de datos, sino un proceso que se construye a lo largo de la vida, y que incluye el ser hijo o hija de alguien, pertenecer a una comunidad y tener creencias o pensamientos que nos definan.
Lo que quedó de la dictadura y la lucha por la verdad
Durante la dictadura cívico-militar, el Estado argentino llevó a cabo un plan sistemático de apropiación de niños y niñas, arrancándolos de sus familias y entregándolos a otras, muchas veces con la complicidad de jueces, médicos y militares, violando su derecho a saber quiénes eran y de dónde venían.
Frente a este oscuro capítulo de la historia, las Abuelas de Plaza de Mayo salieron a luchar por el derecho a la identidad de estos niños, hoy reconocido internacionalmente como un derecho humano fundamental. Hasta la fecha, lograron restituir la identidad de 137 nietos, aunque hay más de 300 que siguen desaparecidos.
