Altas temperaturas, lluvias y dengue: cómo el clima podría impulsar el aumento de casos en Argentina
El dengue es una de las principales amenazas para la salud pública en toda la Región de las Américas. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hasta el 14 de septiembre de 2024, se notificaron más de 11,8 millones de casos sospechosos, lo que representa un aumento del 221% en comparación con el mismo periodo de 2023.
Los países más afectados por el dengue en 2024 son Brasil, con más de 9,6 millones de casos y 5.441 muertes, seguido por Argentina, que ocupa el segundo lugar en cantidad de casos. En tanto, Paraguay experimentó un aumento de más del 1.300% respecto a 2023, mientras que en México los contagios también crecieron significativamente
En Argentina, hasta el 5 de octubre de 2024, el país notificó más de 756.000 casos, de los cuales 188.024 fueron confirmados por laboratorio. Este brote tuvo un fuerte impacto en las provincias del centro y norte del país, que se tradujo en un total de 565.505 afectados. En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció para los próximos días un aumento de las temperaturas y lluvias. Factores que podría favorecer la proliferación del mosquito Aedes aegypti, principal vector del dengue.
Situación del dengue en Argentina
En Argentina, el brote de dengue de la temporada 2023/2024 alcanzó cifras alarmantes, con 756.770 casos notificados hasta principios de octubre. De estos, 188.024 fueron confirmados por laboratorio. Las provincias más afectadas incluyen Buenos Aires, con 108.742 casos confirmados; Córdoba, con 127.660 infecciones; Santa Fe, con 61.476 infecciones y Formosa, con 105.080 contagios.
En el centro y norte del país, se notificaron un total de 565.505 casos de dengue hasta octubre de 2024. La Región Centro (provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa y Ciudad Autónoma de Buenos Aires) reportó 342.886 casos. En la Región NOA (provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero) se registraron 164.413 contagios. Por su parte, la Región NEA (provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones) informó 58.206 afectados.
Vale destacar que la circulación activa del dengue se mantiene en algunas provincias del norte de la Argentina. En la Región NEA, Formosa este fenómeno se identifica en los departamentos de Patiño, Capital, Pilcomayo y Pilagás, mientras que en Chaco el foco principal se localiza en el departamento San Fernando. En la región NOA, por su parte, también se reportó un aumento considerable, con Tucumán y Jujuy entre las más afectadas. Estas áreas continúan informando sobre contagios, a diferencia de otras jurisdicciones donde no hay evidencia de circulación activa del virus en este momento.
Por otro lado, en las últimas cuatro semanas, se notificaron 1.686 casos sospechosos en todo el país. De estos, 1.386 fueron estudiados por laboratorio, y 22 resultaron positivos, con una tasa de positividad del 3%. Las autoridades sanitarias advirtieron que estas cifras podrían aumentar debido a las condiciones climáticas previstas, que incluyen lluvias y temperaturas cálidas en gran parte del país. Las precipitaciones aumentan los criaderos de mosquitos, lo que incrementa el riesgo de transmisión del virus.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó una combinación de calor y tormentas para la semana del 21 de octubre en la Ciudad de Buenos Aires, con temperaturas que alcanzarán los 31°C el lunes 21 y precipitaciones esperadas en los días siguientes. Desde el martes 22 hasta el jueves 24, se prevén tormentas con una probabilidad de lluvias que oscilará entre el 10% y el 70%.
En las provincias del norte, como Formosa y Santiago del Estero, se esperan temperaturas más elevadas, alcanzando hasta 33°C. Estas condiciones climáticas favorecen el ciclo de vida del mosquito Aedes aegypti, ya que las lluvias generan agua estancada, facilitando la reproducción del mosquito, principal vector del dengue.
La relación entre las temperaturas elevadas y las lluvias no solo acelera el ciclo reproductivo del Aedes aegypti, sino que también extiende el tiempo durante el cual los mosquitos permanecen activos. Esto incrementa las probabilidades de transmisión del virus. En contextos de calor y humedad, estos zancudos encuentran más sitios para depositar huevos, lo que aumenta la población en muy poco tiempo.
Este fenómeno podría observarse especialmente en regiones del norte del país, como Formosa y Chaco, donde las lluvias y la persistente circulación viral crean el escenario perfecto para nuevos brotes. Es por eso que es esencial mantener prácticas de prevención, como eliminar el agua estancada en hogares y espacios públicos, para evitar la proliferación del mosquito.
¿Apetitoso para los mosquitos? Qué dice el último descubrimiento
A pesar de que el Aedes aegypti es el principal vector del dengue en la región de las Américas, un reciente estudio de la Universidad de Yale podría brindar algunas pistas sobre el comportamiento de estos zancudos. En este caso, la investigación se centró en el Aedes albopictus, también conocido como mosquito tigre asiático, que es transmisor de esta patología.
Este mosquito ha comenzado a jugar un rol importante en la transmisión de enfermedades en Europa, ya que el Aedes albopictus, conocido por propagar el dengue, chikungunya y zika, encontró en el cambio climático un aliado para expandirse hacia el norte, este y oeste del continente, con poblaciones autosostenibles en 13 países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (EEE).
En 2023, los contagios de dengue adquiridos localmente en Europa aumentaron de manera significativa, con 130 casos reportados, en comparación con los 71 del año anterior. Además, los importados se dispararon y alcanzaron más de 4.900, lo que representa un aumento del 212% en comparación con 2022. Países como Francia, Italia y España se ven particularmente afectados, debido a las condiciones más favorables para el desarrollo de este mosquito invasor.
El Aedes albopictus ya logró reproducirse en áreas del sur de Europa, favorecido por temperaturas más altas y veranos prolongados, lo que elevó su capacidad de supervivencia y reproducción. En este contexto, relevancia del estudio de Yale aumenta, ya que ha identificado diferencias en la forma en que el Aedes albopictus responde a diversos compuestos gustativos.
Los investigadores descubrieron que este mosquito reacciona de manera distinta a los azúcares y a las sustancias amargas, lo que abre nuevas posibilidades para desarrollar métodos más efectivos de control y repelentes específicos.
El estudio, dirigido por el profesor John Carlson, demostró que estos zancudos responden de manera distinta a “algunos de estos compuestos, como los azúcares, activan de manera notable las neuronas del mosquito, mientras que las sustancias amargas inhiben su actividad”, explicó. Además, los investigadores observaron que ciertos compuestos presentes en el sudor humano, como los aminoácidos y las sales, aumentan la tendencia del mosquito a picar.
Lisa Baik, autora principal del trabajo, señaló que “la combinación de estos compuestos parece ser una señal para los mosquitos de que la piel humana es un buen lugar para alimentarse”. Este hallazgo puede explicar por qué algunas personas son más propensas a ser picadas que otras. Los resultados de este estudio representan un avance significativo en la comprensión del comportamiento de los mosquitos y podrían ayudar a mejorar las estrategias de control de vectores en el futuro. Si bien en Argentina el Aedes aegypti sigue siendo el principal transmisor del dengue, los hallazgos sobre el Aedes albopictus podrían ser clave en la lucha contra la propagación de otras enfermedades transmitidas por mosquitos.