Alas Argentinas ganó la final y se coronó en Primera «B»
La primera etapa fue bastante pareja donde los dos equipos se prestaron el balón, generaron algunas ocasiones de peligro, aunque no estuvieron certeros en la última estocada.
Ambos equipos, con muchos juveniles en sus plantillas hicieron un importante despliegue físico, donde la principal lucha pasó por la media cancha.
No obstante ninguno pudo marcar y se fueron al entretiempo con la paridad en cero, dejando abierta la chance de goles para el segundo tiempo.
El complemento tuvo casi la misma tónica del partido, aunque ya los dos se cuidaron demasiado de no cometer errores y las posibilidades de abrir el marcador no abundaron.
Pero fue Alas Argentinas el que pudo sacar ventaja, aprovechando la movilidad de sus hombres de ataque. A los 21′, tras una buena acción fue Tiago Ance, el autor del tanto que le dio la ventaja al conjunto dirigido por el «Nene» Agüero.
Con esa ventaja, Alas se tranquilizó y le trasladó la presión a un San Lorenzo, que fue demasiado timorato, que no supo como inquietar al arquero rival. Si bien contó con algunas aproximaciones, falló en la generación y le facilitó la tarea tanto al portero,como a los defensores del «Celeste».
Con el tanto a favor, Alas intentó manejar la pelota lejos de su arco y le salió bien. El tiempo transcurrió y le aseguró un triunfo demasiado valioso.
Alas Argentinas sumó un nuevo éxito y aseguró el invicto durante todo el Torneo, otro factor que va a quedar en la historia para la entidad de la Zona Sur.
Cabe recordar que tanto Alas como San Lorenzo ya habían asegurado su ascenso al clasificarse a la final en el certamen de Primera B, por lo que en la temporada 2025 serán de la máxima categoría en el fútbol capitalino.
Párrafo aparte para el tremendo bochorno del final, ya que una vez que el árbitro señaló la mitad de cancha, se inició una batalla campal entre jugadores, cuerpo técnico y también allegados de ambos clubes, con una evidente inacción policial. Todo ocurrió dentro del campo y los cuerpos técnicos, cuando se cansaron de pegar, se dedicaron a frenar la agresión entre los jugadores. Un grave hecho de violencia, que podría haber tenido consecuencias importantes.