Internet Para Todos
Social

Denuncian que el femicida de Agustina Fernández usa las redes para contactar mujeres desde la cárcel

Se trata de Pablo Parra, quien fue condenado a prisión perpetua por el femicidio ocurrido el 2 de julio de 2022 en Cipolletti.

A poco más de un mes de ser condenado a prisión perpetua por el femicidio de Agustina Fernández en Cipolletti, Pablo Parra volvió a ser noticia. Ahora, una joven denunció que la contactó por redes sociales desde la cárcel y hasta le envió dinero a través de una aplicación.

“Los otros días me llega una solicitud de amistad de él. Obvio que lo bloquee, qué espanto…”, manifestó la joven, según publicó en las últimas horas La Mañana de Neuquén. Tal como detalló, ese mismo día ella había publicado en sus redes una colecta para poder operar a su gato y poco después le llegó una transferencia por Mercado Pago a nombre de Pablo Parra.

La chica afirmó que sintió miedo cuando descubrió de quién se trataba, y cuestionó: “Imaginate que soy una mujer con una niña, sola. Y cómo puede ser que alguien que esté preso por algo tan aberrante pueda usar las redes y mandar solicitudes de amistad a mujeres, como si nada”.

Por su parte, Silvana Cappello, la madre de Agustina Fernández, se hizo eco de la denuncia. “Me cansé de decirles que este HDP nos sigue tomando por tontos…y qué hace la Justicia…¿dormida? ¿o acaso cómplice y corrupta?”, escribió en su perfil de Facebook.

En enero del año 2019, se acordó un protocolo en Río Negro donde se restringe el uso de los celulares en las cárceles, en todas las unidades penitenciarias de la provincia. Según la reglamentación, los dispositivos no podrán contar con acceso a Internet, redes sociales, ni cámaras digitales.

 

Su uso se limitará sólo a dos horas por día para comunicarse con su familia, debidamente controladas por el celador, medida que aparentemente no se cumpliría en todos los casos.

 

El femicidio de Agustina Fernández

El 2 de julio de 2022 la joven estudiante de 19 años fue encontrada en grave estado en la casa de un amigo, Pablo Parra, quien en ese momento no se encontraba en el lugar. La primera hipótesis fue que Agustina había sido atacada durante un intento de robo.

Con el correr de las horas, Parra declaró que la había invitado a cenar y que cuando la joven llegó, él salió a hacer unas compras para preparar la comida. Al regresar, la vio tendida en el living, gravemente herida, y parte de la casa revuelta.

 

Sin embargo, la fiscalía demostró que Parra salió efectivamente con su vehículo pero lo estacionó a unas cuadras de distancia y volvió caminando a su vivienda, aunque no ingresó por la puerta principal sino que lo hizo por el patio, desde una obra en construcción, tras saltar el paredón.

 

Una vez que estuvo en el interior, sorprendió a Agustina golpeándola a traición en la cabeza y se escapó, saltando nuevamente el paredón para ir a buscar su auto. Lo que no tuvo en cuenta fue que, al hacerlo, dejó un trozo de tela de su pantalón en la concertina colocada por seguridad. También se encontró su ADN debajo de las uñas de la víctima.

 

Durante el juicio, se verificó que Parra estaba “obsesionado” con Agustina, quien mantenía una relación afectiva con otro joven.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba